sábado, 26 de diciembre de 2009

ENTREVISTA A OSVALDO PEPE – SECRETARIO DE REDACCIÓN DE CLARÍN

“Es posible que haya un porcentaje de lectores desencantados que cree lo que dice el gobierno”

Pepe opinó sobre la caída en las ventas del diario Clarín  y defendió la “independencia del medio respecto de sus anunciantes”.


-¿Crees que, a  partir del conflicto con el campo o la discusión por la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual,  hay una nueva percepción de las personas respecto a los medios de comunicación?

- No tengo elementos, encuestas o datos concretos que lo digan, pero se produjo una instalación de un clima de confrontación con los medios, en donde, un gobierno, de forma sistemática y continuada, instaló una especie de sospecha pública sobre la prensa. Más la fuerzas de choque, más los panfletos agresivos que editan los fondos públicos, más seis periodistas, algunos serios,  que están todos los días en la TV Pública que debería ser la tv del Estado… Un incentivo desde el poder, una cuestión que ha puesto a los medios en el centro de la escena pública.
Se instaló una cuestión nociva, que detrás de esa predica, constante y sistemática, impulsada desde el gobierno y por sus cortesanos que son muchos y abundantes,  que le apunte al eje, al corazón de los medios que este el tema de la libertad de expresión y de opinión.
Existe la prensa independiente, es una falacia decir que no. La independencia solo se mide en la distancia que tiene del poder. No es neutral.  Es obvio que Clarín tiene sus intereses como empresa. Difunde una línea editorial, pero es independiente del poder. A Clarín, lo financian sus lectores y anunciantes.
El gobierno lo que quiere es controlar los medios, sin duda alguna. Por eso no cree en este tema. LA NACIÓN tiene una línea editorial y es independiente del poder, distinta a Clarín, que tiende más a defender los  intereses vinculados a la industria y al desarrollismo, que es su matriz originaria, porque se hace fuerte después del pacto Perón- Frondizi en los 60`.

-¿Clarín es independiente de sus anunciantes?

-Sí. No hay ninguna relación entre una cosa y otra. Si vamos a cuestionar la publicidad que es el motor de los medios, estamos complicados. Justamente lo que hace que la prensa sea independiente  es que los anunciantes privados puedan anunciar, pero de ningún modo intervienen en la línea editorial del diario, eso te lo puedo  asegurar. Es una relación puramente comercial que a su vez sostiene, porque cuando un diario o una empresa periodística sea más poderosa en términos económicos, más independiente del poder.

-¿Y un redactor a la hora de escribir una nota?

-Tendrías que sentarte y hablarlo con ellos, pero yo entiendo que son absolutamente libres y además hay una cuestión de criterios. El periodista viene y trae una información.  La escribe.
Si vos le das a diez periodistas la misma noticia y le decís que la titule vas a tener por lo menos cinco títulos distintos, ahí está la mirada editorial. El redactor va a y cuenta la historia.

-¿Por qué la diferencia en baja de circulación entre Clarín y LA NACIÓN? Según el IVC, en 10 meses, Clarín bajó 20 mil ejemplares y LA NACIÓN, mantuvo las ventas.

- El dato es que LA NACION tiene un porcentaje de lectores muy fiel por su ideología. Clarín es un diario de una circulación enorme y un multitarget  muy grande, en donde es lógico que el más grande sufra esta perdida.  La fidelidad con LA NACION es ideológica, en contra de lo que dice el Gobierno de Clarín. Hay una mayor oferta dominical y un porcentaje de lectores desencantados que cree lo que dice el gobierno, es posible.

-Me sorprende esto que decís  que un redactor de Clarín se sienta y cuenta una información, existen casos como el de Pablo Llonto o Claudio Díaz…
 

- Claudio Díaz tardo 10 años en darse cuenta que estaba rodeado de facinerosos, delincuentes. Te ruego que hablemos de cosas serias…
No voy a hablar de Pablo Llonto ni de Claudio Díaz, que además son amigas mías. Llonto sabe que  tiene un odio visceral con Clarín. Claudio Díaz que me ha dedicado libros suyos porque sabe que soy peronista, asique hablemos de cosas serias, no quiero opinar de los colegas.

-Se lo preguntó porque usted dice que acá viene un periodista y escribe lo que vió y no hay ninguna bajada de línea, ningún “consejo”, si lo podemos llamar de una forma irónica.

- ¿Vos supones que tenemos a los periodistas con un látigo? No, la verdad que no. No se trabaja así en Clarín.

-¿Ves una crisis de credibilidad en los medios?

-Se ha instalado una sospecha en los medios de comunicación a través de una predica hostil, los periodistas, como en todos los gremios hay tipos deshonestos, hay periodistas que cobran por izquierda. Como existen en la política.
Puedo escribir y sostener lo que pienso, últimamente estoy haciendo notas criticas del peronismo pero sin embargo podés encontrar notas mías elogiando a la Presidenta cuando fui el único periodista que la defendió ante un ataque periodista español que la señaló como “la reina del botox” y eso está escrito y publicado.
El gobierno está pegando en la médula del periodismo libre. Los Kirchner quieren súbditos, periodistas cautivos,  medios amigos, es lo que hicieron en Santa Cruz.

- ¿Durante la dictadura Clarín fue independiente?

-Son preguntas muy previsibles las tuyas, apuntan todas  a un manual, que está muy bien que las hagas, pero es lo que se dice de Clarín con frecuencia de determinados ámbitos.
En la dictadura, Clarín sobrevivió como pudo.
Yo fui echado en dictadura de la editorial donde trabajaba por ser peronista, en ese entonces era periodista deportivo.
No conozco ningún medio que haya en ese momento, salvo HUMOR , que trató los temas con inteligencia y coraje en los años de la dictadura, pero en los medios masivos era muy difícil y la obligación era llevar las hojas por Comando del Ejército, los medios estaban sometidos a una total censura.
Ahora hay una corriente de opinión que quiere hacer ver que Clarín era socio de la dictadura. Además yo no estaba en el diario en ese momento. La independencia de los medios estaba sojuzgada como estaba sojuzgada la política, el sindicalismo.

-¿Por qué Clarín no publicó los desaparecidos?

-Desconozco la línea editorial de esa época. Además si publicó, tendríamos que ir al archivo y ver. Decime que medios los publicaron.
Vos das por hecho algo que yo no lo sé.  Creo que se publicaban en forma de enfrentamientos o  abatimientos.

-Usaban la palabra “subversivos”.

-No lo sé eso.  Seguramente la usaron. Lo que sé es que Clarín fue uno de los únicos medios que publicó la visita de la Comisión de Derechos Humanos de la Organización de Estados Americanos, y hubo  una gran nota de Oscar Raúl Cardoso de una página entera diciendo como se había organizado el festival de José María Muñoz.  El día que Argentina salió campeón juvenil. Vinieron a indagar por los desaparecidos.  Fue una visita histórica, en plena dictadura ya empezaba a conocerse en el exterior lo que pasaba en el país, y los Estados Unidos empezaron a observar esta cuestión aunque parezca mentira, asique la OEA manda una comisión a investigar la desapariciones en Argentina en diciembre del 79`, que coincide con el campeonato juvenil del 79` que gana la selección con Maradona en Japón.  Se hizo una convocatoria en la plaza bajo el lema “demostrémosle al mundo que somos derechos y humanos”  y Clarín sacó una nota de una página que se llamaba “La convocatoria” que no está firmada pero la escribió Oscar Raúl Cardoso. Eso no lo vas a encontrar en muchos medios.
Tenés que leer todo y no venir con el cassette puesto.
De todos modos, si tú pregunta apunta a que Clarín fue la punta de lanza de la dictadura, claramente no. Está bien que lo hagas,  pero esas preguntas vienen en un formato de Carta Abierta, el gobierno, los cenáculos académicos, las escuelas de periodismo.  Son muy previsibles.
Lo que es raro es que ese formato de preguntas, no observe o no tenga en cuenta el comportamiento del gobierno en relación a los medios. Lo ven como natural que un Presidente todos los días se suba al atril a destruir a los medios, eso es sorprendente que no sientan la capacidad de reacción como periodistas.
Lo que vos preguntabas antes con respecto a la credibilidad. Y bueno, una predica constante, sistemática, mentirosa, tendenciosa en muchos casos, contra los medios. No he escuchado nadie de Carta Abierta salir a decir nada de los camiones que mueve Moyano. El enemigo parece ser la prensa. Además los disfrazan de causa noble. Te lo está diciendo alguien que tiene identificación peronista, que votó a Néstor y a Cristina.

- ¿Crees que hay periodistas que cuando están mucho tiempo  en Clarín o La Nación por ejemplo, con el correr de los años, terminan pensando como el medio?

-Creo que no.  Yo no soy de los históricos de Clarín, tengo 15 años en el diario.Por ejemplo en el conflicto con el campo, no estuve de acuerdo y lo pude escribir en la página 2 del diario en la que digo que toda la sociedad financiaba al campo con el dólar alto y está escrito en pleno conflicto. No tanto con la línea editorial del diario, que habría la campana por los dos lados, a las dos posiciones, pero yo  no estaba de acuerdo con el reclamo del campo.
No necesariamente te mimetizas con la línea editorial. Yo reacciono y fuerte cuando los Kirchner me hieren como periodista y veo que no entienden la lógica de los medios de comunicación en la sociedad.
Los periodistas no nos dimos cuenta el odio que incubamos en la clase política por la tarea que realizamos. Si no se entiende el concepto de prensa en la sociedad o no se entiende  el concepto de prensa libre aunque tengan intereses, como cualquier sector político, social o empresario pero el concepto de prensa independiente es en relación al poder ¡Cómo no los va a tener una empresa que tiene 16 mil empleados! De qué los mantiene sino tiene intereses que defender. Es un tabú mal alimentado.

domingo, 13 de diciembre de 2009

CoMeCi celebra la ley de pauta oficial


La Coordinadora de Medios de la Ciudad de Buenos Aires  celebra la aprobación de la ley de publicidad oficial en la jornada de ayer en la Legislatura Porteña y saluda los cambios realizados a partir de las inquietudes de esta asociación publicadas en el diario Critica de la Argentina.
Hasta la aparición de dicha nota en la que CoMeCi destalla lo discriminatorio de la medida del artículo 3º, inciso "b" del dictamen de la Comisión de Comunicación Social,  que establecía que los medios vecinales se rigen por la Ley 2587, lo cual solo nos  limitaba al acceso de Publicidad Oficial del Poder Ejecutivo restringiendo toda posibilidad de acceso a la pauta de  otros organismos del  Sector Público.
Desde CoMeCi bregamos por modificar y mejorar a futuro una normativa que tenga topes presupuestarios, mecanismos claros de contratación, diagnósticos de las campañas y cuente con objetivos igualitarios, cuantitativos y cualitativos en la distribución equitativa de la Publicidad Oficial.
Con el correr de los días, más seguros estamos de que cuantos más luchemos por una comunicación local democrática e inclusiva más rápido conseguiremos que se respeten nuestros derechos.

Fuente: Co.Me.Ci - 5 de diciembre de 2009

sábado, 12 de diciembre de 2009

FUNDACIÓN NUEVO PERIODISMO

¿Deben los medios controlar lo que sus periodistas hacen en las redes sociales?

Varios medios de comunicación han comenzado a prestarle atención a la delgada línea que existe entre la vida privada y la vida profesional a raíz del auge de las redes sociales. 


Periódicos como The New York Times, The Washington Post, The Wall Street Journal, Folha y la agencia de noticias AP, han decidido controlar los perfiles personales de sus empleados en redes sociales como Facebook o Twitter. Esta medida es un ejemplo más de los terrenos movedizos en los que hoy se mueve el periodismo.
Algunas de la directrices del Washington Post, publicadas por Paid Content (en inglés), afirman entre otras cosas:
“Al utilizar redes sociales como Facebook, LinkedIn, Myspace o Twitter para reportajes, debemos proteger nuestra integridad profesional. Los periodistas del Washington Post deben identificarse como tales. Debemos ser precisos en nuestros reportajes y transparentes con respecto a nuestras intenciones al participar; concisos y claros al describir quienes somos y qué información buscamos.
Nada de lo que hacemos puede poner en duda nuestra imparcialidad. Nunca se deben abandonar las pautas que rigen la separación entre noticia y opinión, la importancia de los hechos y la objetividad, el uso apropiado del tono y lenguaje y otras características de nuestra marca periodística.
Todos los periodistas del Post deben renunciar a algunas de las ventajas de las que gozan ciudadanos privados. Deben reconocer que cualquier contenido asociado con ellos en una red social online es el equivalente a su firma en nuestro diario o sitio web.
Se debe presumir que cada acción en las redes sociales está disponible públicamente para cualquiera, incluso si se ha creado una cuenta privada. La realidad es simple: si no quieres que algo se encuentre en internet, mejor no ponerlo ahí.
Deben abstenerse de escribir, twittear, o subir cualquier cosa –incluyendo videos o fotografías- que pueda ser percibida como sesgo político, racial, sexista, religioso o cualquier otro tipo de parcialidad o favoritismo. Esta misma precaución debe ser usada al unirse o seguir a cualquier persona u organización online, es decir, no deben unirse a redes sociales relacionadas con apoyos o defensas, ni a intereses especiales relacionados con temas que cubren, a menos de que sea permitido por un supervisor para fines de reportería. Tampoco deben aceptar de, ni otorgar a sitios con causas políticas placas, detalles, ni cualquier tipo de regalos virtuales.
Es apropiado que los periodistas del Post monitoreen la información publicada en sus perfiles personales por aquellos con quien están asociados. Las páginas personales no son lugar para la discusión de asuntos internos de la redacción como manejo de fuentes, reportajes, información que se publica o no, cuestiones del personal o situaciones profesionales adversas en referencia a nuestros colegas. Lo mismo se aplica para opiniones o información con referencia a actividades de negocio del Washington Post Co. Tales sitios tampoco deben ser usados para criticar a los competidores o a aquellos involucrados con nuestro periodismo y nuestros periodistas.”
Se puede decir que los instructivos de Associated Press, Folha, New York Times, y Wall Street Journal siguen las mismas líneas, con algunas pequeñas diferencias. Por ejemplo, algunas normas del WSJ hablan acerca de no convocar a amigos o familiares para apoyar o defender el trabajo del reportero, no hablar acerca del proceso de producción y edición de artículos y separar placer y negocios en las redes.
Seguramente para algunos periodistas estos instructivos llegan enhorabuena debido a las dudas que muchos pudieran tener con respecto a su comportamiento en estos espacios.
Sin embargo, para otros, estas medidas pueden significar una limitación a su interacción en la red y una reducción del espíritu libre y desarrollo de la personalidad que caracteriza a las redes sociales.
El analista de The Guardian, Jeff Jarvis, opina en un texto titulado “Missing the point “ que con esas directrices se pierde la oportunidad de hacer reportería colaborativa. “¡Por supuesto que los periodistas deben hablar sobre sus cubrimientos! Los nativos digitales –como los denomina Rupert Murdoch, propietario del WSJ- entienden esto. Twitter, Facebook los blogs, etcétera, permiten a reporteros y periodistas librarse de la voz institucional del medio –una voz que cada vez produce menos confianza- y humanizarse. Desde luego que deben mezclar placer y negocios.”
Por su parte, José Roberto de Toledo, coordinador de la Asociación Brasileña de Periodismo Investigativo afirma: “La posibilidad de publicar con rapidez ha creado una situación inédita y un posible conflicto de intereses entre el periodista y el medio para el cual trabaja. Ambos compiten, de cierto modo, por la atención del público y por ser el primero en informar”.
Sin duda, la fuerza que toman cada día las redes sociales que se usan de forma indistinta para hacer reportería y para asuntos personales, encienden un debate sobre las posibilidades y los riesgos que conllevan.

Fuente: Fundación Nuevo Periodismo Iberoamericano

jueves, 3 de diciembre de 2009



A propósito de una carta de repudio a Kirchner por parte de periodistas de Clarín

Nobles Hijos de Magnetto

Periodistas de Clarín acaban de ponerle la firma a un documento que enviarán en las próximas horas a Néstor Kirchner, al que repudian por el cuestionamiento que el ex presidente de la Nación efectuó respecto de la cobertura “informativa” que viene realizando el emporio periodístico.   

Por Claudio Díaz*

Si recurriéramos al estilo semántico de la que hace gala el gran diario argentino, que toda vez que refiere a noticias sobre el gobierno nacional o el sindicalismo apela a categorías militares, habría que decir que la mayoría de los firmantes son coroneles de la tropa magnettiana, aunque tampoco faltan algunos soldados rasos dispuestos a demostrar la subordinación y el valor intrínsecos en cualquier espíritu que haga fe de obediencia debida.
La carta, dirigida al Editor General del diario, Ricardo Kirschbaum,  manifiesta en uno de sus párrafos que "los periodistas de Política de Clarín buscan la solidaridad del resto de los trabajadores del diario ante las agresiones del ex presidente... Queremos dejar en claro nuestra condición de independientes... ". Y otras comicidades por el estilo. En otra parte sostiene: “Los periodistas abajo firmantes repudiamos las declaraciones del miércoles 25 de noviembre del ex presidente Néstor Kirchner, quien se refirió a nuestro trabajo con actitudes cómplices hacia la dictadura militar”.
En otro párrafo agrega: “… queremos dejar en claro que los periodistas profesionales que trabajamos en la redacción de Clarin defendemos nuestra cláusula de conciencia, mantenemos nuestra independencia de los intereses empresarios, no representamos a ningún interés oscuro y, más allá de los errores que podamos cometer, ejercemos esta profesión de forma digna, calificada y alejada de la corrupción”.
Hay que decir que la mayoría de estos periodistas no trabajaba en tiempos de la dictadura en el medio. Y, también, que no se pone en tela de juicio su honestidad intelectual, pero suena dudoso y muy hipócrita que -con candor digno de monaguillos y novicias de convento (el de Nuestra Santísima Señora de Noble, claro)- sostengan sin ponerse colorados que se mantienen “independientes” de los objetivos lucrativos y políticos del diario como grupo económico y de poder.
¿Acaso alguno de los firmantes planteó una voz discordante al discurso clarinesco sobre la Ley de Medios, que más allá de las disputas generadas entre diversos sectores de la comunidad constituye, sin lugar a duda, una norma que beneficia en líneas generales a los periodistas porque se abrirán nuevas fuentes de trabajo y los monopolios que controlan el negocio de la información verán recortado su poder?
Encabeza la lista de firmantes Daniel  Santoro, un colega al que tanto asusta la posibilidad de que algún lector distraído lo asocie al kirchnerismo, que antes de la elección del 28 de junio se hizo publicar en la sección Política un recuadro en el que aclaraba que el Daniel Santoro que había firmado una solicitada de apoyo a los candidatos del oficialismo no era él sino un homónimo, el notable artista plástico identificado desde su juventud con el peronismo.
Luego aparecen los nombres de casi todos los lugartenientes del General Blanck, alguien que a pesar de los dichos de sus compañeros parece apartarse de aquella declaración de principios que habla de la ética y el rechazo a toda conducta cercana a la corrupción. Es que del Editor General de Política se sabe que gusta mucho de saborear unos buenos chivos que le mandan, entre otros, el conservador José Antonio Romero Feris y el progresista Martín Sabbatella.  La lista de servidores fieles a Blanck que pusieron su rúbrica está compuesta por Walter Curia, Daniel Juri, Gerardo Young, Pablo Calvo, Claudio Savoia, Lucio Fernández Moores y Natasha Niebieskikwiat.
De Economía firman Gustavo Bazzán, Silvia Naisthat, Daniel Leyba y Alcadio Oña. En representación de la sección Internacionales,  Paula Lugones, Alejandra Pataro, Georgina Elustondo y el corresponsal de guerra del siglo XXI Gustavo Sierra. Otro nombre es el de Sergio Persoglia, que tiene una historia interesantísima. Ahora se dedica a tareas informativas vinculadas a los amigos del agro. Pero trabajaba en Internacionales. Su traslado “al campo” empezó a madurar cuando empezó a colaborar con el barón de la soja Héctor Huergo, hombre de Monsanto que gracias a Felipe Sola fue designado en 1994 como Director del INTA, desde donde logró convencer al entonces Secretario de Agricultura y Ganadería, hoy figura del pejotismo disidente, para que habilitara la soja transgénica. De acuerdo a sus ex compañeros, Persoglia y Huergo “chiveaban” tanto que un día el Editor General de la sección de exterior, Marcelo Cantelmi, le pidió que se fuera. Huergo, entonces, le dio protección. ¿Cómo no iba a firmar el repudio a Kirchner?
El editor general Ricardo Roa debe estar orgulloso de la fidelidad de sus hijos. Mariano y Rafael (que trabajan en los Zonales del Gran Buenos Aires) estamparon sus rúbricas. En cambio no lo hizo Gonzalo, pero porque trabaja en La Razón. Como se ve, el notable periodista que a diario, desde la página 2, pontifica contra los abusos del gobierno y la familia presidencial, no le hace asco a la influencia que ejerce sobre el patrón y así logró llevar a trabajar al grupo, como periodistas, a sus vástagos, aunque en la redacción la mayoría sostenga que el oficio les queda grande.
De Sociedad e Información General apoyan la declaración contra el ex presidente, Diana Baccaro, Sergio Danishevsky y su mujer, Silvina Schuchner. No podía faltar el apoyo del ilustrado Hermenegildo Sabat, rancio gorila que hizo un arte de sus dibujos antiperonistas y antisindicales. Se recuerda de fines de 2007 la imagen de Hugo Moyano con las manos manchadas de sangre, “celebrando” (e incriminándolo) por el asesinato de su compañero y amigo Abel Beroiz, dirigente camionero de Santa Fe. El uruguayo ya tuvo que responder ante la Justicia por  este ejercicio de “libertad de expresión”.
Es curioso el disímil comportamiento que han tenido estos periodistas. Hace nueve años, contando con el concurso de la Guardia de Infantería, el Grupo Clarín despedazó la Comisión Interna de Delegados que integraba, entre otros, el periodista Pablo Llanto. Desde ese día los trabajadores de prensa de Clarín no tuvieron más representación gremial. ¡Justo el diario que por estos días, para acicatear a su enemigo público Nº 1, es decir, el líder de la CGT, Hugo Moyano,  habla de la necesidad de respetar la libertad sindical!  Pero a ninguno de los denunciantes de hoy se les ocurrió entonces firmar declaración alguna contra la persecución ejercida contra sus compañeros.
Tampoco lo hicieron este año, cuando cuatro compañeros gráficos fueron llevados a juicio oral y público y embargados en 40 mil pesos cada uno (un hecho sin precedentes en la historia de lucha de los trabajadores argentinos), acusados de “tomar” la planta impresora de Pompeya. Fueron absueltos, aunque todavía no reincorporados por la empresa, que con la impunidad que le caracteriza se niega a acatar el fallo judicial.      
Una más: no se recuerda, yendo al fondo de la historia, que estos periodistas, muchos de los cuales trabajan en el diario desde hace más de 20 años, hayan enviado condena alguna al ex presidente Raúl Alfonsín, que en 1988 ya hablaba del ejercicio demonizante, extorsivo y manipulador de Clarín. 
A contrapelo de la actitud indecorosa demostrada por este grupo de escribas,  vaya el reconocimiento a una gran cantidad de dignos y honrosos periodistas de Clarín que no firmaron pese a que sus jefes de sección les enviaron correos y les hablaron en los pasillos de la redacción para que se sumaran al repudio. La entereza que han demostrado para no doblegarse ante la indisimulada presión por parte de la empresa habla de su grandeza de espíritu.  
Finalmente, y aunque la primera persona no resulte un estilo aconsejable para la comunicación periodística, en la piel de ex compañero de trabajo y como colega uno no puede menos que preguntarse y preguntarles a los firmantes: ¿no les da un poquito de vergüenza hacer pasar como una defensa de la libertad de prensa lo que a todas luces es una política del Grupo para defender los negocios de la empresa?



Periodista, profesor de historia y escritor. Entre sus títulos se encuentran el “Manual del antiperonismo ilustrado”, “La ultraderecha argentina”,  “La prensa canalla” (compilador) y el último  de sus libros,  “Diario de Guerra”. Obtuvo tres Martín Fierro (1992, 1993 y 1995) al mejor servicio informativo por el noticiero de Radio Mitre, del cual fue productor entre 1991 y 1997. En 1988 le otorgaron el Premio Latinoamericano de periodismo José Martí. Trabajó en Crónica, La Razón, El Periodista, El Porteño, Línea y Clarín.
Actualmente es columnista de la revista Contraeditorial.

jueves, 12 de noviembre de 2009

ROBERTO CABALLERO - DIRECTOR DE REVISTA VEINTITRÉS

"No es casual que en estos últimos dos años Clarín baje un 20 por ciento las ventas”, contestó el director de Veintitrés, Roberto Caballero, al ser consultado por Mediopolis acerca de si existe una percepción distinta de las personas para con los medios de comunicación. Y agregó: "Hay un contrato de lectura que se rompió a partir de cierta línea editorial que adoptó Clarín que quizás se hizo mucho más evidente cuando fue la discusión por la ley de medios, donde vendieron información con opinión".
También comentó acerca de la competencia con otras revistas: "A Veintitrés se lo acusa de kirchnerista por una cuestión de competencia comercial, porque es el modo por el cual Noticias puede connotarnos negativamente (...)  Pero de lo que no nos pueden acusar es de deshonestidad intelectual. Así como tenemos muchos puntos a favor de este Gobierno, también desacuerdos, como Moreno, INDEC, etcétera".

FOTO : MACARENA GARCÍA

PARTE 1


PARTE 2

PARTE 3

lunes, 9 de noviembre de 2009

JORGE LANATA

"Me imagino que esto va a tener algún costo para Clarín, ninguna de estas cosas son gratis"

El periodista opinó sobre las consecuencias que puede traerle a Clarín la discusión por la nueva Ley de Radiodifusión, pero aclaró que "esto no se efectuó en la publicidad, porque sigue teniendo muchísima, incluso  en algunos tramos de los conflictos tenía más  que antes". También polemizó acerca de el condicionamiento de la publicidad en los medios : "En muchos momentos van a tratar de condicionarte y ahí depende la capacidad económicamente que tengas para decir que no o para tener que comértela y decir que sí ¿Qué pasaría si yo este quilombo lo tengo un cuatro y tengo que pagar los sueldos un cinco? ¿Qué hago, no pago los sueldos o me callo y pongo el aviso?"
Luego habló sobre los jóvenes que estudian periodismo y destacó la "falta de formación en los chicos, que están más preocupados por ser famosos que por ser buenos".


FOTO: MACARENA GARCÍA


viernes, 6 de noviembre de 2009

PARTE 1

PARTE 2

TAPA EDICIÓN PAPEL - NÚMERO 1





No hay periodismo, hay periodistas

Por Carlos Ares *


Breves citas históricas

(…) “el número de Gacetas que hayan de imprimirse sea muy escaso, de lo que resulte que siendo su número muy corto podrán extenderse menos, tanto en lo interior de nuestras provincias como fuera de ellas, no debiéndose dar cuidado alguno al gobierno que nuestros enemigos repitan y contradigan en sus periódicos lo contrario (Mariano Moreno, “Plan de operaciones “de la Primera Junta) y agrega: “no se permitirá la circulación de ningún periódico crítico al gobierno”
(…) “como la prensa argentina estaba llena de informes sobre malones indios, en los que se mataba o secuestraba a colonos blancos, no es sorprendente que la mayoría de los intelectuales argentinos, liberales y nacionalistas por igual, viesen con aprobación tácita o expresa la guerra al indio…” Nicolás Shumway – La Invención de la Argentina – historia

Si bien se leen, las citas demuestran lo evidente: desde el origen, por naturaleza, por instinto, por razones anteriores a la razón, el hombre habla para hacer oír sus intereses o necesidades, su voluntad de poder.
Quiere poder. Poder ¿qué? Controlar, dirigir, acumular, mandar, doblegar, ganar, ganar, ganar. ¿Qué? Todo lo que se pueda: dinero, prestigio, tiempo, bienes, elogios, respeto, medallas, copas, trofeos, distinciones al mérito, títulos honoris causa, cargos. Es el animal feroz en su versión civilizada, que sale a marcar el territorio.
Nadie resiste vivir y morir sin que los demás se enteren. La mirada de los otros es la que confirma quien es y quien no. Es esa mirada la que hoy se sale a buscar, por las redes sociales de Internet, por la tevé, por los medios tradicionales. La frase esta hecha: si no estás, no existís
Todos quieren, queremos, ser vistos y oídos. Para eso se piensa, se escribe, y se habla.
Por eso este texto. ¿Qué sentido tendría pensar, escribir y guardar o tirar?
 El llamado periodismo, informa. No intenta la “comunicación” tal como se entiende habitualmente: como un intercambio que permite incorporar algún saber de los otros. Cuando este texto se escribe o se dice, se hace con la ambición de que sea leído o escuchado por un medio abierto al interés, casual o no, de cualquiera. Esa intención de “hacer saber” es manifiesta. Aún cuando se presente enmascarado por la forma de lo que llamamos “público”. O, aún cuando su propiedad sea cooperativa y sin fines de lucro, en definitiva la administración, redacción y edición, estarán sujetas por las riendas siempre en pocas manos, privadas de control.
En definitiva,  no hay ley que obligue a nadie a declarar contra sí mismo, pero sí formas de extorsión,- económica, política, física – que haga a otros hablar o escribir a favor de uno. Si se lee ese diario llamado El Argentino, por ejemplo, que regalan en algunas esquinas de la ciudad o a la salida de los subtes, no hay que ser demasiado avispado para darse cuenta de que, detrás del antifaz, hay un mercenario del gobierno pagando los gastos y salarios con una caja negra de fondos públicos producto de la recaudación de impuestos. Por lo tanto El Argentino, regalado, es carísimo.
Y si aún comprando en el quiosco, se lee Clarín, por estos días podrá verse cómo los futuros viudos de la libertad de expresión, de la que gozaban sólo ellos,  contraatacan desde su trinchera contra el proyecto de ley que pretende reducirles su fabuloso negocio. Es decir que, ni pagando se consigue información libre de sospecha.
Breve, entonces, y sencilla la conclusión: no hay periodismo independiente, no hay medios buenos y medios malos, hay – como en todo – gente decente, gente con más coraje, gente que se la banca, gente que entiende la profesión como un servicio y no como una escalera para llegar a… ¿la fama?, el ¿poder? , a ser un ¿Haddad?, una viuda de…, un ¿Longobardi?, un ¿Feinmann?, a salir ¿en la tele?, en la ¿fotito del diario?
Es lo que tiene de bueno este oficio: que a la hora de la verdad te deja siempre a solas con tu conciencia, con la que vas a tener que convivir toda la vida. Será ella la que te recuerde que no te metes con tal o cual porque te paga los avisos de tu programa o revista. Será ella la que te recuerde que no decís tal o cual cosa porque tenés miedo de perder el puestito o porque te sacan la cámara o la firma en la nota, porque te apretaron o, peor todavía, porque vos pensás todo lo contrario a lo que dice tal o cual y lo censurás o le prohibís aparecer en tu medio, sea un diario, una revista, un programa de radio o una página web.
No hay periodismo, hay periodistas.
Personas, decentes, dignas, orgullosas. O no. Como en todo, como cada día, es uno y su conciencia, siempre. Es uno el que decide, no hay excusas. Salvo que uno haga trampas cuando juega al solitario.

* Columnista invitado :Fue director de la revista cultural La Maga y es Codirector de la escuela de periodismo TEA. Actualmente  es el  director del Programa Puertas del Bicentenario de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

Contradicciones del Fútbol Para Todos



El contrato que firmaron el 20 de agosto, la Asociación del Futbol Argentino (AFA) y el gobierno nacional, por la televisación y comercialización del fútbol,  dejó al descubierto ciertas contradicciones de los distintos actores políticos y maniobras mediáticas perversas.
Una de las posturas más contradictorias fue la que tomó el diputado electo del bloque Propuesta Republicana (PRO), Francisco De Narváez, quién  no dejó  de hacer duras críticas –en los días previos -  contra el convenio que luego firmó la AFA  con el gobierno. Sin embargo, el canal América, del cual es uno de los dueños, transmitió, por interés especial de Daniel Vila - otro de los dueños junto a José Luis Manzano y presidente del multimedio Grupo Uno  - la primera fecha del Torneo Apertura 2009. “El caso América es interesante, porque el principal accionista del canal, Daniel Vila, que es presidente del club Independiente Rivadavia de Mendoza, que milita en la B Nacional,  tiene aceitados contactos con Julio Grondona y transmitió la primera fecha porque le interesaba el negocio del fútbol y, de paso, quedarse con las transmisiones de la B, que todavía están en poder de TyC Sports”, explicó el editor de la sección Deportes del diario Página 12, Pablo Vignone y agregó : ” Pero luego el gobierno envió el proyecto de Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual al Congreso, y Vila se sintió afectado. Hubo críticas desde América y el canal se quedó sin fútbol”.
“Tiene una gravedad institucional solamente comparable con el Golpe de Estado de marzo de 1976.Esta ley, con su pretexto de cambiar una ley del proceso militar, esconde uno de los despojos mas grandes a los que puede llegar asistir la argentina: el despojo que le va hacer a la sociedad en su conjunto, despojo a la pluralidad informativa“manifestó Vilá,  en el marco de la inauguración de un laboratorio multimedia en Mendoza.
Datos oficiales, muestran el negocio que tenía como principal beneficiario a la empresa Televisión Satelital Codificada (TSC),  que facturaba nueve mil millones de pesos al año, de los cuales los clubes recibían el tres por ciento. Un negocio que para los periodistas  puede ser  tal,  sólo en manos privadas. “La gran mayoría de los periodistas se tiró contra el fútbol porque de alguna manera era rehén de TSC”, manifestó Diego Bonadeo,  conductor  del programa “Futbol Prohibido” que se emitió por Canal 9 en 1997 y que se levantó por presiones de la empresa Torneos y Competencias. También señaló  que “el Estado tiene que ganar plata con la comercialización del fútbol porque lo que no tiene que ser un negocio son los hospitales, los ferrocarriles, lo que son los servicios”. Asimismo, el periodista Ezequiel Fernández Moores, dijo que “el Gobierno tiene que velar por los no monopolios, pero en cualquier actividad, no sólo en el fútbol, pero que en alguna parte debería encargarse y en otra parte no” y dio un ejemplo concreto:  “El sistema Alemán es uno de los más convenientes porque reparte los partidos del campeonato de ese país en dos canales públicos y dos privados,  uno de los privados es de cable y el otro de cable codificado, esa me parece una distribución que no está mal”.
Otro de los que tomó un rol protagónico en los medios, fue el ex presidente del Club Vélez Sarsfield,  Julio Gámez - enemigo acérrimo de Grondona-  que recorrió todos los programas de televisión para mostrar su postura, pero no fue mera casualidad su aparición en los medios. “Gámez, que fue censurado por el Grupo Clarín durante años de los años,  en la semana del conflicto fue la estrella mediática, porque les era funcional y porque criticaba a Grondona “subrayó Fernández Moores.
Una de las dudas que planteó  Bonadeo en torno al llamado “Fútbol para todos”  es que “en el interior, si vos no tenes cable, no se ve, porque Canal 7 no llega “. Sin embargo para Vignone, el fútbol,  “se ve más barato que antes, porque aunque tengas que pagar servicio de cable para tener Canal 7 en muchos lugares, ya no tenés que tener codificado para ver a los clubes grandes, además, te repiten los goles en cualquier canal (no solo en el 7, no solo en el cable)”.

La posición de los medios

Más allá de lo que pueda favorecer una nueva Ley de Radiodifusión que garantice el  pluralismo, elimine los monopolios y sepulte cualquier decreto de la dictadura,  y por otro lado, la felicidad que pueda producir en las personas que jamás vieron los partidos de fútbol, quedó en evidencia la posición de cada medio ante estas situaciones y cómo actúan cuando se intentan tocar intereses que las corporaciones mediáticas defienden.
El hecho de que los legisladores hayan hablado sin tapujos del Grupo Clarín en la Cámara de Diputados de la Nación en pleno debate, es un paso muy importante e impensado si se recuerda, por ejemplo, en el 2001, cuando el entonces Titular del Comité Federal de Radiodifusión (ComFeR), Gustavo López, llevó al Congreso un proyecto de Ley Radiodifusión que  pasó sin pena ni gloria.

CLARÍN.com


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CRÍTICA DE LA ARGENTINA














Ante la opulenta oferta del gobierno nacional para comprar los derechos del fútbol, los diferentes canales de noticias, enfatizaron en que “el gobierno debía preocuparse por la pobreza en el país y no por estatizar el fútbol”, y se tomaron  de lo que dijo el Papa Benedicto XVI, días anteriores a la ruptura del contrato entre TSC Y AFA, en su mensaje por la colecta Más Por Menos, cuando llamó a reducir  “el escándalo de la pobreza en Argentina”.
El argumento que tomaron fue que el gobierno no podía invertir  600 millones de pesos “porque en Argentina, el 40 por ciento de la población es pobre”, según las declaraciones del  presidente de la Comisión Episcopal de Pastoral Social, obispo Jorge Cesaretto.  
 “Grondona ya pasó por la Casa Rosada para arreglar” y “Reunión de negocios“, son algunos de los títulos,   que utilizó “el gran diario argentino” para describir el paso a paso  de lo acontecía.  Se notaba el malestar de la empresa y se vislumbraba el final de un contrato que duró dieciocho años y que para Clarín representaba entre el tres y el cinco por ciento de sus ingresos.

Entrevista a Carlos Penelas - Autor del libro "Diario interior de René Favaloro"


Carlos Penelas es escritor, periodista y poeta. Colaboró con Favaloro durante 22 años y fue el primero en renunciar al equipo de dirección de la fundación  al mes de la muerte de su amigo. Mediante una carta dirigida a Roberto Favaloro,sobrino de René,  fechada el 31 de agosto de 2000, se despide de la Institución. Según Penelas el destinatario de la renuncia “ nunca ocupó un cargo en el staff de la fundación y a los treinta días era el presidente”.

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- ¿Existió una presión de Editorial Sudamericana por el libro?

- El libro es  un ensayo biográfico, hice un trabajo especial. No es la vida de Favaloro.La señora que quiera conocer cómo se casó o si tuvo un amante, no lo va a encontrar en el libro. El eje es Favaloro y el resto es la decadencia del país. Hay testimonios de gente que lo conoció. Es un rompecabezas. No es un libro sencillo, además tiene citas poéticas.

 Había cosas que no podía decir, porque si no nos comíamos un juicio, entonces se me ocurrió, hacer un sueño y aparece el fantasma de Favaloro que me cuenta cosas.

Yo renunció a la fundación al mes del suicidio, soy la primera persona del staff que renuncia, a los seis meses no queda nadie del staff.

 Le mando una carta a Roberto Favaloro el 31 de Agosto del 2000, que nunca había ocupado un cargo, está claro, nunca ocupo un cargo del staff en la fundación y a los treinta días era el presidente de la fundación.


(Carta publicada en el libro)

"Señor presidente de la Fundación Favaloro: fallecido mi entrañable y admirado amigo, René G. Favaloro, he advertido que la fundación comienza a transitar por caminos que a mi entender no se compadecen con el pensamiento de él.

De cualquier manera, no se compadecen con las razones por las cuales lo acompañe durante años. A mi modo de ver, empiezan a privar actitudes, personas y climas que me conducen a pensar que se está produciendo un lento pero inexorable camino respecto de las directrices fundamentales de la institución. En homenaje de mi recuerdo de él, en homenaje a mi propia conciencia, debo renunciar a mi trabajo. Lo hago sin tener certeza de tarea sustitutiva inmediata pero es probable que usted entienda que los principios están por encima de la conveniencia".


 -Favaloro pensaba, que por el camino de la honradez, no había manera de salir...
-Esto lo hable con él un montón de veces. Yo le decía  que el planteo que él hacía del ana ana era absurdo e ingenuo porque era más o menos ir a hablarle de un lupanar a maría Teresa de Calcuta.

Plantear que no debería existir el ana ana o el retorno de la corporación médica es más o menos hablar bien de los laboratorios y de lo que significan en el comercio. Eso él no lo termina de entender.Creía que con un ejemplo  moral  determinado, la gente podía cambiar. Eso era como mi tío que le leía el Quijote a los borrachos porque creía  que espiritualmente, iban a salir del alcohol.


- ¿El suicidio no es una manera de dar un paso al costado?      

- El tema de cualquier suicidio es siempre complejo, no es un tema solo. Tiene diferentes miradas.

Favaloro se suicida por varias cosas. Un poco porque el entorno le hace notar que está viejo, que debía apartarse, que la sociedad cambia. La lucha con el ana ana, con un deseo imaginario de él. Que la sociedad puede cambiar a través de un ejemplo. Pero Favaloro  no se suicida sólo por las deudas, tampoco por el gobierno de De la Rúa. Esas son estupideces.

La carta que le hace un pedido determinado a De La Rúa, el cadete se la está entregando un dia viernes a eso de las 5 de la tarde en la mesa de entrada y el cadete la dejó en la mesa de entrada. No le echen la culpa de que no leyó la carta porque no le llegó la carta, lo mas probable es que haya buscado después del suicidio.

También hay que recordar que Favaloro quedó viudo dos años antes después de un matrimonio de cuarenta años, eso deja vacios, soledad. Tenga en cuenta que Favaloro no tenía hijos. Son muchas las cosas, no es una sola.

Y evidentemente un núcleo cercano le dice que se vaya abriendo de esto y le proponen que se vaya con una chica a vivir al Caribe. Es una humillación para él.

Además comienza a darse cuenta que la corrupción está ahí, entonces con un país con características populistas, fascistoide, corrupta, etc. era muy difícil. Siempre he tenido una visión muy crítica de esta sociedad.


- ¿El suicidio cambia algo o queda intacta la corrupción?

- No cambia nada . Lo que señalo es esto: ¿Cambió algo el suicidio de Lisandro de La Torre? ¿Cambió algo el suicidio de Lugones?¿cambió que cientos de anarquistas y socialistas hayan sido decentes? No cambió nada. Estos intercambios los teníamos, Favaloro tenía una visión idealista. Un concepto de Patria, de la bandera que yo nunca tuve. Un concepto angelical, puro. Él viene con una visión de Estados Unidos pero en ciertas cuestiones médicas desde ciertas empresas o funcionarios ponían plata para investigaciones. Él venía con la idea de que el empresariado argentino, cenamos con much9os de ellos que hoy aparecen en televisión, que hablan de los índices, la pobreza, los conozco a todos y prometieron ciertas cosas que nunca cumplieron porque no les interesaba. Es tan sencillo como eso.

- ¿Plasmó las ideas de esa docencia que tuviera gente que lo acompañara?

- Tengo mis dudas. Quizás hay uno o dos. La gente que está se fue  los seis meses. Con esto no quiere decir que todos los que se quedaron sean malos.


-¿Cuál cree que es el motivo del suicidio?

- Creo que estaba en un cuadro muy depresivo, muy grande. No había otra salida. Él no ve una salida determinada, no tiene la posibilidad de cambiar cosas. Después hay una relación amorosa, que se genera y después le crea conflictos.

Él tenía una relación con la secretaria de la secretaria. Era una empleada.

- En la carta él pide un manto de piedad al periodismo ¿Qué quiso decir con eso?

- El periodismo tiene una cuota de impiedad muy grande, donde a veces se mete, sobre todo el periodismo amarillo, se mete en un mecanismo siniestro. Se pone a indagar, he visto incluso un artículo de un periodista conocido que había hecho una nota de cómo había sido el suicidio de Favaloro y cuenta el momento que se miró al espejo, esto, lo otro, yo le dije a ese periodista que el momento del suicidio estaba en la casa y no fue así. Además Favaloro no tenía pijama gris ¿por qué escribiste esto?. Usted dirá “esto es un dato menor”. No, ahí se va todo. De pronto se genera algo, se toma como mito, como algo real.

- Pasaron nueve años de su muerte. Se ha guardado un silencio que no entendemos por qué ante tanto sacrificio ¿Por qué ese silencio? ¿Usted como lo interpreta?

 Salvo esto que está haciendo Canal 7, que  hay que ver para quién va los fondos.

Creo que es una cosa clara de una lectura de la sociedad donde interesa poco determinado tipo de cosas. Favaloro en cardiología en el mundo se divide en antes y después de Favaloro, esto es en el mundo. Hay una cátedra, en la Universidad de Tel Aviv,  de cirugía cardiovascular que se llama René Favaloro. En el diccionario del año 2000 sobre medicina de los Estados Unidos que cambió la cardiología en el mundo, hay cinco, uno es Favaloro.

El recuerdo de Favaloro le puede molestar a mucha gente, principalmente a médicos que son mediocres, chatos, que le tenían envidia, celos. Ellos decían “Favaloro no opera más, tiene Parkinson”. Esto no se decía en el Chaco, se decía en el círculo cercano a él, eso le llegaba.

Yo siempre estuve admirado, compartí veintidós años con él, para cierta gente le resultaba odioso o no le resultaba odioso en la medida que se llenaba el bolsillo en una etapa determinada. Se producía algo:  “lo odio pero lo quiero porque me llena los bolsillos”.

- ¿Conoció a los directivos que hoy están al frente de la fundación?

-Si, los conocí cuando me pedían permiso a mí para entrevistar a Favaloro. Inclusive uno de ellos Favaloro lo vio una vez en su vida, estoy hablando de Raimondi.

ORLANDO BARONE

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"Nunca se habló tanto de los medios"

La situación que están viviendo los medios en Venezuela, o por lo menos el modo de intencionar una comparación con Argentina, refiere a un estado dónde no existe la libertad de expresión. La forma en la que interviene el gobierno venezolano con los medios de comunicación es muy criticada por los periodistas en Argentina. Por esto, Barone dijo: “Generalmente la prensa tiene una epidermis híper sensible a todo lo que atañe a la libertad de prensa, es decir, un Gobierno, Estado o poder público quiera establecer sobre derechos de la libertad de prensa, enseguida los medios resisten y rechazan, la mayoría con fundamentos y a veces no. Primero inventan un diablo o lo construyen, lo demonizan, cómo Chávez. Naturalmente, los medios defienden el establishment.
La naturaleza de los medios es ser de derecha. Pensá que la noticia es un negocio cada vez mayor y los medios tienen negocios paralelos. Plantaciones de soja, compañías aseguradoras, que pertenecen al sistema capitalista que defienden todas esas situaciones. Es natural, que no quiere decir que no sean democráticos, son muy democráticos algunos medios, pero en esa línea, defienden su naturaleza, porque nacieron en las democracias occidentales capitalistas, por eso los países comunistas, los medios no tienen esa libertad.

-¿El poder o el rol que tomaron los medios en Argentina es mucha mayor al de otros países?
-No lo sé, no puedo saber si los medios son en Italia o en Francia, influyen más que los medios en Argentina. Es de poca consistencia estadística.
La opinión pública tiene resistencia contra los medios, cada uno tiene antídotos. No hace falta ser culto para resistir una mentira o una exageración. Los medios tienen influencia pero las sociedades tienen respuestas, a lo mejor no inmediatas.
En la Argentina los medios, por la concentración, tienen una información recortada y unánime. Forman una agenda muy fuerte, la inseguridad por ejemplo, la instalan y ya es imposible salir de eso. El propio periodista se ve empujado a tocar el tema que se instala en la agenda.
Estos son los movileros, somos nosotros cuando vamos detrás de las noticias. Se tira un pedo un tipo en la esquina del conurbano y todos vamos a cubrir eso y todas lo demás no existe, las cien mil esquinas de Buenos Aires donde no se tira un pedo nadie, no va nadie.

-¿Cree que las personas están más independizadas de lo que dicen los medios?
-Están tomando conciencia ahora, ayudan muchos periodistas que trabajan fuera de la concentración mediática. Son pocos, desde blogs o en medios más pequeños. Eso diversifica mucho y hace entender a mucha gente que hay otras voces.
Nunca se habló tanto de los medios como hoy en Argentina. Desde hace algunos años pero sobre todo desde el manipulado conflicto con el campo que trazó una bisagra. La gente se dió cuenta que le estaban vendiendo una posición política y económica a través de los medios. Este es un momento bisagra, polémico y muy interesante.

-¿Cuál es la importancia de una nueva Ley de Radiodifusión?
-Ojalá sirva para diversificar la manera de encarar el periodismo. Hay una escala de periodistas como los ricos y famosos y un ejército de periodistas, miles, que no son conocidos y quieren la ley. Pero lo difícil es para un periodista famoso, que es el que está cerca del pensamiento de la empresa. Es muy difícil ser independiente o ¿cómo actúa un periodista frente a los hijos en situación de discusión de identidad de apropiación indebida de la señora directora del diario (Clarín), Ernestina Herrera de Noble?
Una ley de radiodifusión permitiría que un periodista pueda disentir con un diario y trabaje en otro. Cambiaria muchos elementos de la distribución de medios. Podría producir focos de libertad, con empresas interesadas, pero de distinto signo, menos gigantescos y absolutos.
La ley es un punto de inflexión, pero ¡Imagínate los lobbies que van a hacer los medios! A la mayoría de los que están integrados al sistema no les conviene que salga la ley.
En lo profundo me encantaría que salga, pero me doy cuenta de que es difícil. Después de esta derrota del Grupo Clarín con el tema del fútbol, hay un talón de Aquiles que podría funcionar de estimulo.

FOTO:  MACARENA GARCÍA


-¿Qué posición toman los periodistas ante esta posibilidad?
Diría que a simple vista ningún periodista pudiera rechazar la ley, en su sano juicio y en su libertad. Hay que tener un rasgo de fraternidad y de libertad para poder arriesgar lo que se tiene, sino no podes revolucionar nada.

-¿Los periodistas boicotean el proyecto de Ley?
Puede ser, ahí aparece el mezquino. Los cambios te dejan fuera del mapa de integración. Los que la boicotean es probablemente porque son vulnerables y están en un grupo concentrado y su libertad es para dudar. Los que se revelaron, perdieron el trabajo o no pudieron llegar a mejores posiciones dentro del establishment periodístico. Ellos no llegaron porque no son funcionales a todo lo que quiere el sistema, porque el sistema premia al mejor empleado del mes y el periodista se termina convenciendo de lo que quiere el medio.
Esto que pasó con el futbol ha mostrado que Clarín no es invencible, que puede ser tocado como en el juego de Batalla Naval. Tocado, que no significa destruido. Eso es un aliciente para los propios periodistas del diario que disienten con la política del diario.
Pero este año hubo ciertos atisbos, ciertos medios, periodistas, que están colocando las cosas en otro lugar, más discutible, más interesante y eso tiene que ver con la posibilidad de una ley de Radiodifusión.

"Vemos la realidad a través de filtros"

FOTO : MEDIOPOLIS


Cuando lanzaron “La madre de todas la batallas” y redujeron el conflicto “K vs. Clarín” no dejaron traslucir que no sólo la pelea pasaba por la pérdida de rentabilidad de los grupos multimedia sino que la guerra era esencialmente sobre el control social, la instalación del pensamiento único, el manejo de la agenda de opinión pública y el poder de penetración en la sociedad.
“Dejarán de fijar la agenda”, exclamaban eufóricos desde el oficialismo, después de la favorable sanción de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual desterrando el Decreto Ley de la dictadura modificada con la complicidad de sucesivos decretos de necesidad y urgencia o leyes que respondieron a los grupos multimediales en la década menemista. La pregunta por estas horas es : ¿alcanzará una normativa para desmonopolizar las ideas y las palabras en la Argentina? Desde los grandes medios se escucha decir que esta ley “promoverá una prensa más débil y dócil frente al poder político”, tratando de fundamentar la concentración de medios - ante ciertas cláusulas antimonopólicas que contiene la flamante Ley 26.522 - después de años de uso y abuso privado de un bien social como es el espectro radioeléctrico.
¿Podremos pasar de un pensamiento único a uno diverso a partir de la tan anunciada desmonopolización?
Ricardo Forster - investigador y profesor de Historia de las Ideas en la Universidad de Buenos Aires - dialogó con MedioPolis sobre este interrogante puntualizando la posición ideológica – político - económica de las grandes empresas periodísticas “la corporación mediática se inscribe en el neo liberalismo” y detalló: “El neoliberalismo no es solo una transformación económica, no es solo el desguace del Estado para ponerlo al servicio de una legislación puramente vinculada a las necesidades del mercado y a la concentración del capital. El liberalismo no es solamente la desindustrialización de países como el nuestro y la apertura a economías globales. El neoliberalismo ha sido y es un proceso de transformación simbólico cultural muy significativa, es decir ha trabajado las conciencias, ha trabajado sobre la producción de subjetividad, ha naturalizado su propia concepción del mundo, sus propios valores para interiorizarlos en la cotidianeidad del hombre y la mujer común. Ha quebrado viejas estructuras valorativas. Ha quebrado las formas de interrelaciones sociales. Ha fragmentado la sociedad. Ha proyectado exponencialmente una lógica hiperindividualista y ha construido lo que, para simplificar podemos llamar el “ciudadano consumidor”.
Cuando decimos que los grandes medios de comunicación son en definitiva el aparato reproductor del sistema no se está hablando solamente de influir en la opinión pública o instalar la agenda de temas que se quiere que una sociedad discuta sino que es más profundo: “el lenguaje de los medios audiovisuales impregnan las formas de conciencia contemporáneas e impregnan las formas de construcción de subjetividad” dice Forster, impulsor de Carta Abierta, espacio de intelectuales que apoyan al actual Gobierno y reflexiona “de tal modo que no hay ninguna ley, por mas buena que sea, que pueda impedir el proceso de espectacularización de nuestras sociedades y el proceso de captura en gran medida de las conciencias y del sentido común” y puntualiza: “Los medios de comunicación no son la totalidad de la producción de la conciencia pero ocupan un lugar fundamental en la reproducción de la ideología del sistema”.
Lo cierto es que hoy el 80 % de los contenidos se concentran en cuatro grupos, después que en los ´90 se comenzará con un proceso de monopolización y extranjerización de la prensa, modificando la Ley 22.285 para el ingreso de las empresas periodísticas de medios gráficos a la radiodifusión, el permiso para la compraventa de acciones y los cambios de titularidad, el aumento en la cantidad de licencias de radio y televisión o la suspensión de los plazos. Es por ello que los medios electrónicos han puesto en evidencia: “lenguajes audiovisuales como formas técnicas, productoras de sensibilidad como lenguajes que se despliegan de una manera exponencial en la cotidianeidad y producen estructuras subjetivas, formas culturales imaginarias que van definiendo nuestros modos de relacionarnos con el mundo, con la realidad, nuestra percepción del tiempo, del espacio y los modos que podemos o no estructurar un pensamiento crítico” advierte el escritor y ensayista.





Desde que comenzó el debate hemos escuchado opiniones y argumentaciones a favor y en contra del proyecto de ley que hacían eje en el control del espectro (autoridad de aplicación) y la rentabilidad de las empresas poseedoras de licencias (cantidad de licencias, plazos de entrega, desinversión, derechos adquiridos). Y tal vez el punto más sobresaliente de esta nueva normativa sea el ingreso de nuevos actores (cooperativas, asociaciones, pueblos originarios, universidades, entre otros) que podrán acceder a la radiodifusión a pesar que una gran deuda aún será la no definición de los medios comunitarios, alternativos o populares que quedarían afuera. El filosofo Ricardo Forster - especialista en Walter Benjamín y en la escuela de Frankfurt - justifica la iniciativa “Sin caer en un optimismo demasiado ingenuo, sin duda que una ley que desmonopolice y que logre romper el proceso de concentración en pocas manos de la circulación de la información y comunicación en cualquier sociedad, es al menos un punto interesante para generar condiciones de distribución más democráticas y por lo tanto habilitar otras voces, otros actores, otras perspectivas”.
Muchos ven la ley como un primer paso, dicen que es perfectible y que la reglamentación y su puesta en práctica podrá refinar ciertos baches, aunque en este camino de la desmonopolización aún quede redefinir que los medios gráficos no accedan a frecuencias, desconcentrar la propiedad sobre Papel Prensa, la futura convergencia digital, la distribución transparente y equitativa de la publicidad oficial y la más optimista: una actualización del plan técnico de frecuencias radioeléctricas que no sólo sea la escoba de limpieza del espectro sino la creación de nuevas ondas que permitan más voces, mas ideas, más palabras. De lo contrario continuará el sojuzgamiento de la sociedad, si bien un 62 por ciento no quiere más monopolios de comunicación otro gran porcentaje sigue teniendo simpatías, aceptación y familiaridad hacia los medios y sus portavoces que penetran día a día en sus hogares, según una encuesta de Ricardo Rouvier & Asociados. El representante de los intelectuales a favor de una radiodifusión para la democracia intenta explicar que “Los Tinelli son la esencia de la televisión, eso no significa que la televisión sea sólo Tinelli y que no sea posible interrumpir el discurso monocorde con algún tipo de programación que tenga la posibilidad de mostrar otras formas de percepción de la vida, de la cultura” y agrega que hay “un cruce y relación muy profunda entre los lenguajes mediáticos y el momento globalizado del capitalismo contemporáneo, a lo que hay que agregarla la complejidad de las nuevas tecnologías de la información y comunicación que vuelven más difícil de discernir mecanismo de sometimiento”.
En esta sociedad espectacularizada, los lenguajes mediáticos son generadores de una conciencia acrítica. Sin pensamiento crítico vemos la realidad a través de un prisma, de filtros que cual mandíbulas gigantes mastican nuestras realidades que “reducen la complejidad de la vida a simplificaciones cada vez más brutales y a sistemas de percepción cada vez más neo analfabeto” afirma el profesor Forster y ensaya un deseo: “Yo quizás sea utópico o quizás sea un anacrónico pero no creo que sea posible una sociedad más democrática, con una vida más digna para el conjunto de la sociedad si no somos capaces de identificar este proceso de colonización de las conciencias que viene de la mano las grandes corporaciones económico-mediática, que insisto son el corazón y el núcleo vital de la reproducción de un sistema de injusticias y desigualdades, le guste o no le gusta a –entre comillas- `periodistas’ que representan y reproducen el interés de la corporación mediática”.